La instancia acogió una reclamación de la empresa Ecopower, que ingresó la iniciativa hace 12 años al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA). Será instalado en el sector de Mar Brava, al norte de Ancud, sin embargo, comunidades cercanas cuestionan el eventual impacto en la vida silvestre de ese sector costero.
Fuente: Cooperativa
El Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia rechazó una resolución de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) y dio “luz verde” al proyecto de un parque eólico en la Isla Grande de Chiloé.
El tribunal acogió una reclamación de la empresa en contra de la Resolución Exenta N°716, del 25 de abril de 2023, de la SMA, que había resuelto invalidar la resolución que autorizaba el inicio de la ejecución de la iniciativa, la que había sido calificada ambientalmente favorable mediante la Resolución Exenta N°550, del 28 de septiembre de 2015, por la Comisión de Evaluación de la Región de Los Lagos, según consignó El Mercurio.
El proyecto “Parque Eólico Chiloé”, que ingresó la empresa Ecopower hace 12 años al Sistema de Evaluación Ambiental, pretende ser instalado en el sector de Mar Brava, a unos 17 kilómetros al norte de Ancud, cuyas faenas de instalación se iniciarían entre el segundo y tercer trimestre de 2024. Éste tendrá 25 años de vida útil y la inversión asciende a los 250 millones de dólares.
La construcción del parque eólico tomaría un plazo de 16 meses, y considera 42 aerogeneradores en un predio de 953,27 hectáreas, de las cuales ocupará 25 ht. para la generación de energía, además de dos subestaciones y una línea de transmisión de 220 KV, con una extensión aproximada de 28 kilómetros hasta la subestación Nueva Ancud, con la cual se conectará al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Desde Ecopower precisaron que “dado el tiempo transcurrido en el desarrollo del proyecto, la tecnología ha ido avanzando, y ello en teoría permitiría utilizar 20 aerogeneradores de los 42 aprobados, ya que ahora son más potentes”.
Además, recordaron que en 2011 se presentó la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), pero tras las primeras oposiciones de las comunidades cercanas debieron presentar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que se concretó en 2013 y que fue aprobado en 2015.
Comunidades en contra
Julio Albarrán, CEO de Ecopower, precisó que el proyecto “ha sufrido distintos retrasos debido a recursos presentados, que no han permitido iniciar su construcción, pero todos los recursos han sido rechazados por los distintos tribunales”.
En tanto, apuntó que se han realizado mesas de trabajo con las comunidades del sector, quienes han cuestionado el eventual impacto en la vida silvestre de ese sector.
Sobre esto último, Gicella Saldivia del Movimiento Defendamos Mar Brava, afirmó que “las instancias de defensa no están agotadas, en términos judiciales y sociales. Estamos tratando de aunar todos los problemas ambientales que tiene Chiloé para que no sea una zona de sacrificio“.
“Se tomó una decisión centralista, que perjudica al territorio. Esta es una zona de humedales, con un paisaje muy prístino”, fustigó.