Durante años, la construcción ha dependido de la intuición y la experiencia, a menudo operando con poca visibilidad de riesgos e ineficiencias. La Inteligencia Artificial (IA) está cambiando este panorama al revelar patrones y oportunidades que antes tardaban meses en detectarse. Sin embargo, la visibilidad por sí sola no es suficiente; lo importante es cómo se usa esta información para mejorar la toma de decisiones y optimizar procesos.
Fuente: Proptech Latam Conection
Lejos de reemplazar la experiencia humana, la IA la potencia al ofrecer análisis en tiempo real y reducir la dependencia de recursos fragmentados. Profesionales como contratistas, corredores y aseguradoras pueden aplicar su conocimiento con mayor precisión, permitiendo una gestión más eficiente de los proyectos. Al igual que una herramienta eléctrica mejora la productividad de un carpintero, la IA amplifica la capacidad de análisis y respuesta en la industria de la construcción.
Más que tecnología: un cambio en la mentalidad
Aprovechar al máximo la IA requiere más que su simple implementación; implica transformar la forma en que se abordan los problemas, la toma de decisiones y la colaboración. En lugar de temer su impacto en el empleo, debe verse como un aliado estratégico que libera tiempo para tareas de mayor valor y planificación a largo plazo. Así como el CAD y el BIM revolucionaron el diseño y la gestión de proyectos, la IA representa la próxima evolución, permitiendo anticipar riesgos y optimizar recursos con mayor precisión.

Para una adopción efectiva, es fundamental replantear cómo se lidera y capacita en el sector. Los líderes deben fomentar la experimentación y ayudar a los equipos a confiar en la IA sin dejar de aplicar su criterio profesional. La formación debe enfocarse en desarrollar habilidades para interactuar con la IA de manera efectiva, tales como:
- Formular preguntas precisas para obtener mejores respuestas.
- Utilizar la IA en planificación, gestión de riesgos y presupuestación.
- Interpretar los datos generados por la IA en lugar de aceptarlos sin cuestionar.
- Identificar sesgos y puntos de incertidumbre en los resultados.
- Mantener la supervisión humana en decisiones clave.
La IA como asesor, no como reemplazo
Si bien la construcción se basa en certezas estructurales, la IA trabaja con probabilidades, identificando tendencias y riesgos. Sin embargo, la decisión final sigue en manos humanas. Por ejemplo, la IA puede predecir retrasos por condiciones climáticas o problemas en la cadena de suministro, pero es el gerente de proyecto quien decide cómo mitigar estos riesgos.
El futuro de la industria no será definido por la IA en sí, sino por aquellos que la adopten como una herramienta estratégica para mejorar la toma de decisiones. Las empresas que inviertan en IA y en el desarrollo de su talento humano serán las que lideren la transformación del sector.
La construcción no puede quedarse atrás
La IA ya es parte de la vida cotidiana, impulsando desde asistentes de voz hasta sistemas de navegación. En la construcción, está demostrando su valor en áreas como gestión de riesgos, seguridad y optimización de proyectos. Sin embargo, la verdadera barrera para su adopción no es la tecnología, sino la resistencia al cambio.
A medida que la IA redefine la industria, los profesionales deben desarrollar nuevas habilidades para aprovechar su potencial. Adaptarse no es solo una opción, sino una necesidad. Quienes adopten la IA desde ahora no solo sobrevivirán, sino que prosperarán en un entorno cada vez más competitivo. La construcción siempre ha sido un sector de gestión de riesgos; ignorar la IA sería un riesgo que las empresas no pueden permitirse.