La construcción industrializada ha pasado de ser una alternativa marginal a convertirse en el eje del debate sobre la modernización del sector inmobiliario en España. La crisis de acceso a la vivienda, la falta de productividad en la edificación tradicional y la necesidad de reducir la huella ambiental han puesto de manifiesto la urgencia de transformar la forma en que se construyen edificios en el país.

Fuente: Inarquia

El modelo basado en la fabricación en entornos controlados y el ensamblaje en obra ofrece ventajas evidentes en tiempos de ejecución, costes y sostenibilidad, lo que lo convierte en una pieza clave para resolver el déficit habitacional. Sin embargo, su adopción sigue siendo baja, limitada por barreras financieras, normativas y estructurales que han ralentizado su expansión.

El Gobierno ha dado un paso adelante con el anuncio del PERTE de Construcción Industrializada, que contará con una inversión inicial de 100 millones de euros para potenciar la industrialización del sector. Pero el verdadero desafío será garantizar que esta inversión se traduzca en una transformación real, generando las condiciones necesarias para que la construcción modular pueda competir en igualdad con el método tradicional.

El Déficit Habitacional y la Urgencia de una Solución Eficiente

España atraviesa una crisis de acceso a la vivienda sin precedentes. El déficit acumulado supera las 600.000 unidades, una cifra inalcanzable con los ritmos de producción actuales. La construcción convencional, con plazos de ejecución que pueden superar los 18 meses, no tiene la capacidad de responder a la demanda creciente en un mercado inmobiliario tensionado.

La construcción industrializada permite reducir los tiempos de obra hasta en un 50%, un factor crucial en un contexto donde la rapidez es clave para mitigar la escasez de vivienda. La fabricación en fábrica minimiza imprevistos, elimina sobrecostes derivados de retrasos y permite una mejor planificación financiera para promotores y constructores.

En el sector público, donde la necesidad de vivienda social y asequible es más urgente, esta metodología garantiza la entrega de proyectos en menor tiempo, optimizando el uso de los recursos públicos. Ciudades como Madrid y Barcelona ya han comenzado a desarrollar promociones de vivienda social con sistemas modulares, aprovechando sus ventajas en eficiencia y sostenibilidad.

Pero más allá de los plazos, el modelo también permite optimizar los costes, al reducir desperdicios de material y mejorar la gestión de recursos. En un momento donde el precio de los materiales de construcción sigue en alza, la posibilidad de controlar los costes desde la fase de fabricación es una ventaja competitiva incuestionable.

La Baja Penetración de la Construcción Industrializada en España

Pese a sus múltiples beneficios, la industrialización de la construcción sigue siendo residual en el mercado español. Actualmente, representa menos del 2% de la obra nueva, muy por debajo de países como Alemania o Reino Unido, donde ya supera el 10%, o Suecia, donde el modelo se ha consolidado con casi el 100% de la vivienda nueva construida con sistemas modulares.

Este retraso no responde a una falta de capacidad técnica o tecnológica, sino a la ausencia de incentivos estructurales que permitan escalar el modelo. La falta de financiación específica, una normativa desactualizada y un ecosistema productivo poco desarrollado han impedido que la industrialización se convierta en una alternativa real y competitiva en España.

El caso sueco es un claro ejemplo del potencial de este modelo. En los años 90, el gobierno sueco implementó incentivos fiscales y líneas de financiación específicas para promotores que apostaban por la construcción modular. La inversión en fábricas y la digitalización del proceso constructivo permitieron que, en solo dos décadas, el país se convirtiera en un referente de vivienda industrializada.

En España, sin embargo, el crecimiento ha sido más lento. Las iniciativas han estado dispersas, sin una estrategia nacional que permita consolidar el modelo. La mayoría de los proyectos siguen desarrollándose de forma experimental o en nichos de mercado específicos, sin lograr una penetración significativa en la vivienda de promoción privada.

Vivienda_Industrializada_España
Fuente: Archdaily 

El problema de la financiación: un obstáculo clave

Uno de los principales desafíos de la construcción industrializada en España es la falta de un marco financiero adaptado a sus particularidades. Actualmente, los bancos no ofrecen líneas de crédito específicas para este modelo, lo que dificulta la financiación de proyectos modulares.

El problema radica en que la legislación hipotecaria vigente no permite hipotecar módulos prefabricados, ya que la norma exige que la garantía del préstamo esté vinculada a un inmueble asentado sobre el terreno. Esto genera una barrera estructural que impide que los promotores accedan a crédito en condiciones similares a la construcción tradicional.

El PERTE de Construcción Industrializada busca corregir este problema mediante una reforma normativa que permita la financiación de módulos desde su fase de fabricación. Si se logra modificar la legislación, la construcción industrializada podrá acceder a préstamos promotores y avales públicos, facilitando su viabilidad y escalabilidad.

Pero la financiación no es el único reto. La falta de confianza del sector financiero en este modelo sigue siendo una barrera importante. A pesar de su consolidación en otros mercados, en España todavía persiste la idea de que la construcción modular es un modelo experimental, lo que ha frenado la implicación de las entidades bancarias.

Las mesas de trabajo entre el Gobierno, la banca y las promotoras serán claves para cambiar esta percepción y generar un ecosistema financiero que favorezca la industrialización del sector.

El Reto del Suelo y la Regulación Urbanística

Más allá de la financiación, el acceso al suelo urbanizable sigue siendo otro de los grandes obstáculos para el crecimiento de la construcción industrializada en España.

Las trabas burocráticas en la recalificación de terrenos y la lentitud en la concesión de licencias han limitado la viabilidad de proyectos modulares a gran escala. A diferencia de otros países donde las administraciones han implementado estrategias para agilizar la urbanización, en España el proceso sigue siendo complejo y lento.

Los tiempos de tramitación pueden superar los tres años en algunas ciudades, lo que anula la ventaja competitiva de la industrialización. Si la rapidez de construcción no se acompaña de procesos administrativos más ágiles, el modelo seguirá sin despegar.

El desarrollo de suelos estratégicos para la construcción industrializada, con procesos de licitación específicos y requisitos normativos adaptados, podría ser una solución para potenciar su implantación.

Suelo_Urbanizable_Construcción_Industrializada
Fuente: Global Propiedad

Falta de mano de obra especializada: el gran desafío del futuro

La construcción industrializada no solo requiere inversión y reformas normativas. También necesita mano de obra especializada, algo que sigue siendo una carencia en España.

Los procesos modulares requieren perfiles técnicos con formación en fabricación digital, ensamblaje industrial y gestión de proyectos con tecnologías innovadoras como BIM y Lean Construction. Sin una estrategia de formación adecuada, el sector no podrá crecer al ritmo necesario para consolidar su competitividad.

El PERTE de Construcción Industrializada contempla la creación de programas de capacitación específicos, dirigidos a trabajadores y empresas del sector. Sin embargo, su implementación será clave para garantizar que la oferta formativa se alinee con las necesidades del mercado.

¿Será Suficiente el Apoyo Público para el Despegue de la Construcción Industrializada?

El impulso gubernamental es un primer paso necesario, pero no suficiente. Para que la construcción industrializada alcance el nivel de penetración de otros mercados, será necesario un enfoque más ambicioso que combine inversión pública, reformas normativas y cambios estructurales en el sector financiero y urbanístico.

Si se logran superar las barreras actuales, el modelo modular podría multiplicar su cuota de mercado en la próxima década, alcanzando un 10% de la obra nueva para 2030.

El sector se encuentra en un punto de inflexión. La oportunidad de transformar la construcción en España está sobre la mesa, pero el éxito dependerá de la rapidez con la que se implementen los cambios necesarios para consolidar la industrialización de la construcción.

Ver Anterior

Pavimentos cerámicos permeables: una alternativa eficiente para la gestión del agua de lluvia en las ciudades

Ver Siguiente

Los costos de los materiales en la construcción logística han descendido un 1,5% en 2024

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (Ninguna valoración todavía)
Cargando...

Comentar Publicación