La construcción de la mayor planta desalinizadora de Brasil para obtener agua para consumo humano comenzará durante el primer semestre tras haberse retrasado.
Fuente: Perú Construye
La construcción debía partir el año pasado, pero la polémica sobre un presunto riesgo para 17 cables de aterrizaje submarinos en la zona, cerca de Fortaleza, capital del nororiental estado de Ceará, requirió un cambio en el plan original.
Si bien sigue en Praia do Futuro, la planta fue desplazada 560 m y las tuberías ya no atravesarán la infraestructura de telecomunicaciones. Una vez activa, beneficiará a cerca de 720.000 habitantes de Fortaleza.
El cronograma considera todas las etapas, incluida la movilización de equipos y la implementación de infraestructura tanto en tierra como en el mar.
Una vez finalizadas las obras, se iniciará la fase de operación asistida para garantizar el pleno funcionamiento de la planta y la adecuación de la calidad del agua a los estándares requeridos.

El crecimiento demográfico, la rápida urbanización y el cambio climático aumentan la presión sobre los recursos hídricos. Los países con condiciones climáticas similares han adoptado ampliamente esta tecnología con un notable éxito.
El noreste tiene el mayor potencial para la desalinización, ya que históricamente se ha visto afectado por sequías prolongadas e irregularidades hídricas.
La desalinización también puede proporcionar seguridad hídrica a grandes centros urbanos.
La crisis hídrica que afectó a São Paulo en 2014 y 2015 puso de relieve la vulnerabilidad del suministro de agua en las principales áreas metropolitanas del sureste.
Si bien la región cuenta con sistemas de embalses y transferencias de agua entre cuencas, el crecimiento poblacional y la presión sobre los recursos hídricos hacen de la desalinización una solución viable a mediano y largo plazo.
Aunque la región sur presenta un régimen hídrico más equilibrado, algunas áreas, especialmente en el litoral de Santa Catarina y Rio Grande do Sul, ya enfrentan dificultades debido al crecimiento de la población, la demanda industrial y los efectos del cambio climático.
La costa de Santa Catarina, que concentra polos industriales y un fuerte sector turístico, podría beneficiarse de la desalinización para garantizar el suministro constante y evitar restricciones en el uso de agua durante períodos de sequía.
Estos factores deben analizarse en profundidad para garantizar la viabilidad técnica, económica y sostenible de las iniciativas.
En el caso del proyecto de desalinización, todos los estudios se llevan a cabo de forma cuidadosa y responsable para minimizar los impactos tanto como sea posible.
En cuanto a los aspectos ambientales, es importante mencionar que la desalación de agua de mar requiere una planificación cuidadosa para minimizar los impactos ambientales.
Entre los principales desafíos en este sentido figura la gestión de los residuos salinos, ya que el concentrado de salmuera resultante de la ósmosis inversa debe desecharse de manera responsable para evitar impactos en la biodiversidad marina.
Además, se producen interferencias en los ecosistemas marinos. La captación de agua puede afectar a la fauna marina local.