Si por algo destaca el puente Chenab, es por su altura y resistencia. Diseñado para soportar fuertes vientos, terremotos y explosiones, se erige en el norte de India como el puente ferroviario “más alto del planeta”.
Fuente: Sacyr
El puente ferroviario más alto del mundo supera en unos 29 metros a la Torre Eiffel y aspira a conectar Cachemira con el resto de India. Es el puente Chenab y cruza el río que lleva el mismo nombre a unos 359 metros de altura. Analizamos la construcción de esta megaestructura de arco de acero diseñada para soportar las altas velocidades del viento —hasta 266 kilómetros por hora — y fuerzas sísmicas de máxima intensidad.
Un puente a prueba de terremotos y explosiones
El puente mide 1.315 metros de largo y une Bakkal y Kauri. Su construcción se completó en agosto de 2022. En marzo de 2023 ya se habían colocado las vías ferroviarias. El objetivo es que entre en servicio en 2024 y que tenga una vida útil de unos 120 años. Sus constructores aseguran que si por algo destaca esta estructura, es por su resistencia. De hecho, Shri Ashwini Vaishnaw, ministro de la Unión de Ferrocarriles, Comunicaciones y Electrónica y Tecnología de la Información en India, afirma que es lo suficientemente estable para soportar un terremoto de 8 grados en la escala de Richter.
En total, se han utilizado 28.000 toneladas métricas de acero para su construcción. Este material se eligió porque “era más económico y podría resistir temperaturas de -20°C y velocidades del viento superiores a 200 kilómetros por hora”, según el portal Railway Technology. La región de Jammu y Cachemira (J&K), en la que está situada el puente, ha sido escenario de varios ataques terroristas, motivo por el que sus pilares de hormigón han sido diseñados para prueba de explosiones.
Un gran desafío de ingeniería civil
Esta estructura forma parte de un proyecto más amplio de 272 kilómetros que incluye la construcción de varios puentes y túneles en un terreno montañoso. El periódico Financial Express señala que su coste ronda los 279.490 millones de rupias, más de 3.000 millones de euros, y el del puente en sí es de 165 millones de euros. Se trata del “mayor desafío de ingeniería civil al que se ha enfrentado cualquier proyecto ferroviario en la India en la historia reciente”, según el portal Indian Express.
El puente tiene 17 tramos e incluye un arco principal de 469 metros que atraviesa el río Chenab, que tiene una longitud de 974 kilómetros. Se erigieron dos enormes pilones, de 130 y 100 metros de altura, a ambos lados del profundo valle del río, y se montaron dos grúas de cable auxiliares en los pilones para sostener el arco de acero con cables durante la fase de construcción. Cuando se terminó el arco, en abril de 2021, se retiraron las grúas y los cables, y los pilones sostienen ahora el tablero del puente.
Vaishnaw asegura que el diseño de sus cimientos, que se han fijado en un área cuya superficie ocupa la mitad de un campo de fútbol, ha sido un auténtico reto de ingeniería. Durante la construcción del puente, se ha intentado no interferir en el curso natural del río y garantizar así el suministro de agua a los pueblos cercanos.
Una conexión histórica para Cachemira
Tres países —India, Pakistán y China— comparten la región de Cachemira, que destaca por sus paisajes montañosos, lagos y valles. Antes de la construcción del puente de Chenab, sólo había una carretera nacional que conectaba las partes de Cachemira controladas por India con el resto del país. Pero, además de que en ella se producenvarios accidentes, se suele cerrar durante parte del invierno. “Una vez que estemos conectados por tren con el resto de India, será un gran impulso para la industria de la agricultura y de la fruta”, explicó a la CNN Anil Kumar Mehendru, vicepresidente de la organización New Kashmir Fruit Association.
Esta megaestructura también puede ser “un medio para integrar Cachemira en India”, según Sushant Singh, miembro principal del Centro de Investigación de Políticas de India. Aun así, aún está por ver si los cachemires consideran positiva la construcción de este puente, ya que en los últimos años, este territorio “se ha visto socavado por las políticas adoptadas por el primer ministro, Narendra Modi, y su gobierno, que han alienado a los cachemires”. De momento, habrá que esperar para comprobar si este puente marca un antes y después a la hora de integrar esta región montañosa en India.