En el ámbito de la arquitectura, una tendencia que ha ganado popularidad en los últimos años es la de las microcasas, o “tiny houses”.

Fuente: EkosNegocios

Estas construcciones diminutas están diseñadas para maximizar el uso del espacio disponible, convirtiéndose en una solución innovadora y eficiente para la vida moderna.

En cuanto a sus orígenes, este movimiento de las tiny houses tiene sus raíces en Japón, donde surgió en la década de los noventa bajo el nombre de “kyosho jutaku”. Este término, que significa “microcasas”, refleja la necesidad de la población joven japonesa de encontrar soluciones habitacionales asequibles frente a los altos precios de las viviendas convencionales. 

Pronto, la tendencia cruzó el Pacífico y encontró un terreno fértil en Estados Unidos, donde su popularidad creció rápidamente, extendiéndose luego a Europa.

Innovación en materiales y diseño

Una de las características más notables de las tiny houses es su versatilidad en términos de materiales de construcción. Ya sea hormigón, madera o ladrillo, los materiales se seleccionan según las necesidades y preferencias del propietario. Esto incluye aspectos como la durabilidad, la eficiencia energética, la movilidad y el aislamiento térmico. La personalización es clave, permitiendo que cada tiny house sea única y adaptada a las necesidades específicas de sus habitantes.

Ventajas de las Tiny Houses

Las tiny houses ofrecen una serie de ventajas que las hacen atractivas frente a las construcciones convencionales:

  • Personalización: Cada vivienda puede diseñarse según las especificaciones del propietario.
  • Sostenibilidad: Son ecológicas y suelen tener un consumo energético inferior a la media.
  • Movilidad: Algunas tiny houses pueden trasladarse de un lugar a otro, ofreciendo flexibilidad en el estilo de vida.
  • Economía: Su coste de construcción y mantenimiento es significativamente más bajo que el de las viviendas tradicionales.

Proyectos sociales y comunidad

El impacto de las tiny houses ha trascendido el mero entretenimiento, inspirando una serie de proyectos con un fuerte componente social. En Europa, especialmente en países como Francia y Alemania, han surgido asociaciones dedicadas a instalar microviviendas en jardines o terrenos privados para acoger a inmigrantes refugiados. Estos anfitriones se comprometen por un período determinado, tras el cual las asociaciones pueden reasignar las viviendas a nuevos destinos.

En Estados Unidos, un notable proyecto en Detroit, Michigan, se enfoca en la construcción de pequeñas viviendas públicas para personas con recursos insuficientes. Los inquilinos pagan un pequeño alquiler durante los primeros siete años, después de los cuales se convierten en propietarios de las viviendas. Estos ejemplos muestran cómo las tiny houses pueden ser una solución efectiva para ofrecer vivienda asequible y digna a personas necesitadas.

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